Un poema de J. Ricart
En esta noche sofocante
el sudor se te apega
como una sanguijuela.
Pero tu piel es de agua
y la lengua de fuego
igual que la de las serpientes
más peligrosas.
Joven sicario
con espada flamígera de arcángel;
falsa promesa de volverse
por un instante espejo;
lujo y raza de dieciséis años
que a golpe de talonario
vende su belleza por horas.
¿Podrá alguien resistir el sortilegio
y rechazar tu ambrosía?
¿Quién amanecerá estremecido
acariciando tu cintura?
¿Anidaré yo en tu desnudo
como ave de paso?
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