28.6.12
VIGILANTE
Un poema de Dionisio Cañas
Como quien escapa del rumor de las hojas
y deja un bosque en lo aterido de su hora
y son huellas de bestias y vuelos
secreto de aves muy desconocidas
por le ojo del hombre. allí depositado
ha quedado todo semen y aunque la luna
siga apareciendo habrá sombra
El agua es la memoria de un río empobrecido
y junto al tronco más hermoso el recuerdo
de dos cuerpos aplastando los helechos
la noche arrojando su mentira
recuperables sólo los campos en la mente
el vello aún humedecido y fláccido
el cuello el respirar ausente
los ojos fijo en un cuerpo que huye
por los oscuros desiertos de la imaginación.
Y aunque está lloviendo ya y la noche
amenaza con traer las primeras ratas
él está allí vigilante desde la muerte
porque de niño le habían prometido
cierto amor una felicidad y algo de mentira.
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