Un poema de Marco Antonio Coronel
Ver unos ojos que se agrietan en la timidez,
me han visto y galoparía por verlos.
Anduve buscando la calle
que un sueño lleno de piedad me mostrara;
imaginé caminos y senderos,
pero esta ciudad los asola con sus voces.
Ojalá te encuentre,
ojalá pueda empaparme un día en tus dedos.
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