24.4.12

TE AMO T

Fragmento extraído del relato Carta de amor de Hervé Guivert Tiene el pelo negro y rizado, un anillo de oro en una oreja, la primera vez que lo vi llevaba un pantalón de peto blanco y una sencilla chaqueta de cuero negra, llevaba mocasines blancos un poco sucios y sin calcetines. La segunda vez llevaba una chaqueta de terciopelo verde sobre una T short, blanco cuyo escote en forma de V dejaba ver el toroso un poco moreno y una mandíbula roja como una marca de depilación. Tenía el pelo mojado y más rizado, presenta la particularidad de parecer totalmente imberbe, de que sus mejillas, el espacio entre su labio y su nariz, son pálidos, carentes de pigmentación. No siento deseos de imaginar su sexo. No hice ninguna pregunta a T que debía de haberlo visto desnudo en la playa. Los días siguientes llevaba la camisa más abierta en el torso y podía verle las tetillas y regalarme con esa ausencia de pelos. Esta noche me hace falta algo. Quisiera distraerme con un cuerpo, con piel con formas cálidas, una boca, un sexo. Cuando escribo estas palabras, no puedo por menos de imaginarte. No iré a ligar, a buscar una boca fuera. Debería trabajar, y en lugar de ello, te escribo. No puedo decir que te ame, sólo puedo decir que deseo que nos amemos. Contigo no hay brutalidad: la evacuación de las fantasías. Una sola fantasía la regresión. “Colocarnos” Con la humedad de nuestros cuerpos, babear el uno en el otro, boquiabiertos en el iglú ardiente, en ese baño de humores, desprovistos de viscosidades. ¡Nosotros dos solos! Dos, la única cifra.

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