24.4.12

EL ESCULTOR


Un poema de Raúl Gómez Jattin

 Yo quiero a Nirko porque me da la gana.
Ganas sí tengo para quererlo yo
 para dejarlo irse de madrugada
y que no lo toque el frío y el desamor.
y que se quede Nirko todos dicen
con su amiga o su novia para que ese artista
de las manos brinde su compañía y propio amor.
Que se quede Nirko siempre siempre
con su sonrisa perfecta y antigua de dulzura
de hermano mayor afable que mueve las manos lentas
 como las alas de un ángel de metal forjado por él mismo y que es él mismo.

No hay comentarios: