9.1.12

ENMUDECISTE LENTAMENTE



Un poema traducido del catalán de Gaspar Jaén

Enmudeciste lentamente, te hiciste del silencio,
silencio tu mismo, una estrella que se apaga.
Tu tiempo y tus ojos dejaron de mirarme
y ya no supe como demostrarte mi afecto.
Cuando iba a dormir, rechazadas las sonrisas,
el beso y la palabra, me envolvía el silencio,
un manto de tristeza. Un tiempo que se acababa.
Te negaste al beso, la ternura, la caricia.
¿Que temores hacías tuyos? ¿Por qué aquella distancia?
En el amor no caben tantas hojas en blanco.
Aquella noche bebí contigo la última copa
de hiel y de cansancio. Nunca, como antes, hablamos.

El refugio que fuiste, como el fuego del papel,
se apagó y me hería. Me volvía a quedar
solo por calles inciertas, por estaciones sucias,
de navajas heladas, de humo, trenes, miedo,
con cuerpos entrevistos, fugaces y diversos.
Había que destruirse y apurar los residuos
de un amor ya deshecho al poco de llegar,
encerrarse en la guarida como un animal herido
que aúlla, se lame el mal y con aflicción espera
la luz del nuevo día. Tuve que tomar coraje.
aquella noche me abandonaron los dioses


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