5.9.11

LA PERMANENCIA


Un poema de Rafael José- Díaz

Permanece tu cuerpo entre mis manos,
convertido en cenizas.

Ellas limpian mis dedos
de los despojos de sí mismos.

¿ No ves, ahora, en la noche, las yemas
iluminadas?

Pero es sólo un fulgor que no puede durar,
como tampoco
duraba el fuego de tu cuerpo
entre mis brazos.

Y así, mis manos deben entregar
ahora tus cenizas a las manos
del viento, que, invisibles,
las han de ofrecer a las manos de la tierra.

Tu cuerpo seguiría latiendo
en la memoria de mis manos
o en el temblor secreto de los mundos.




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