Poema traducido del catalán de Gaspar Jaén
Fue diferente nuestro amor y es sabida y antigua
la maldición que pesa sobre los hombres
que aman a sus semblantes sin ningún documento
ni ninguna promesa eterna, ni hijos para la guerra
ni ay, para la vida, sin ninguna rama nueva
ni otra sonrisa que no sean los suyos
raras flores solitarias…
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