Un poema de Pedro Gandía
Acaso del vacío adviene
qué importa si demonio o hada
felino juvenil de ojos glaucos
y pelaje de fuegos oscuros.
Despedaza tus mundo con aceradas garras
destroza a dentelladas tus fantasmas sagrados
incendia tus sentidos con su mirada verde
y libas de su boca el jugo del vacío.
Es una luna negra lo que anega tu esperma
aquí el alma navega por un mar de lujuria
poseer su jardín y perderte en sus rosas
y alienarte en sus rosas y ser otro en sus rosas.
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