A Glaucias, muerto antes de tiempo
Una despreocupada juventud te coronaba ahora
a tus dieciséis años, las tiernas mejillas de bozo
y no permitía considerarte chico o chica indiferentemente,
cuando la muerte te alcanzó prematura robándote
cualquier belleza, Glaucias. Con todo no irás mezclado con la vulgar
prole de los muertos ni deberás temer, conmovedora sombra,
las lagunas estigias. Irás por allí como el Adonis de Perséfone,
hijo de Cínicas, o serás catamita del Júpiter elíseo.
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