Un poema de Pedro GandíaVende hilo de coser en un puesto ambulante
su luz reduce agosto a una negra humareda
regresa a tu memoria Rabat, aquel verano
el Juba adolescente del Museo Arqueológico.
Nadie percibe aquí este anónimo bronce
más pasional y bello que todas las estatuas
sólo los vivos brillos de su mercadería
desvían la atención de alguna ama de casa.
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