Fragmento extraído y traducido del catalán
de la novela Estimat Enric, Estimat Alfons
de Monserrat Cornet
Pienso qué hubiera hecho si no te hubiera conocido. Es tan extraño todo eso. Dicen que no se puede ir en contra del destino. Yo sé que buscaba una respuesta a mi desazón y tú me la supiste dar. De pequeños cuando íbamos juntos a la escuela, me daba cuenta que tu compañía lo era todo para mí pero no habíamos descubierto el sexo que, más tarde nos uniría. Me gusta tanto recordarlo. Fue en Palamós a los dos nos gusta madrugar. Entonces, descalzos, paseábamos por la arena, nos mojábamos los pies en una mar quieta, tranquila, sin olas. La playa estaba desierta. En aquellas hora, nunca había nadie… teníamos diecisiete años cuando nos descubrieron. Tú me cogiste de la mano y caminamos un rato, juntos, callados. El contacto de tu mano fue como una corriente eléctrica que me atravesó el cuerpo. ¡Qué sensación más agradable! ¡Cómo me satisfizo mi deseo! Caminábamos por inercia, y de vez en cuando, nos mirábamos y nos apretábamos las manos. Cuando llegamos a las rocas, a nuestras rocas, aquella mañana fue todo diferente. De tu cuerpo salía una luz extraña que me atraía y no me dejaba ver nada más. Cómo nos amamos y nos llenamos el uno del otro. Qué placer más inmenso. Y a partir de aquel día, todo cambió para nosotros. De aquel día hasta ahora, vemos el mundo de otra manera. Me gusta imaginar aquellos instantes, ahora que ya no estás. Pienso que cuando lo leas te arrepentirás de haberte ido y querrás volver. Ojala fuera así. Te espera, tu Enric.
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