28.10.09

EL MAR DE HOMERO




Poema extraído del libro
El mar de Homero de J. Ricart


Tú, innominadamente extranjero,
convéncete de esta caducidad,
desbaratemos las manos cordadas,
seamos felices sin mala conciencia:
con la boca, con la lengua, con dientes,
con saliva, con sudor amoroso,
con esta piel rubirroja y combusta;
aquí mismo, en este paraíso último
de azul y oro eléctrico de playa.
La tarde es idónea para el desnudo
o quizás para una ternura nueva.

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