13.10.09

ANGEL QUIZAS DE BESOS


Un poema de J. Ricart

Hoy estrenaré una vieja sonrisa,
mi cuerpo gotea como una antorcha.
atrás quedan rastrojos del otoño:
- el olvido fue impuntual en sus citas-
Abro un nuevo poema por el este
y guardo las máscaras para el frío.
Aquí mi cadáver, y aquí mis versos;
la coartada: escribo, luego existes.
Los labios vacilan en ese borde
a más de veinte colillas a la hora.
Toma mi voz más fuerte que mi mano,
empezaremos abeceando besos.
Sobórname con tu boca: Convénceme
que vale la pena morir de nuevo.
No temas, sé tú en el aire, sin más
principio que tu propia transparencia.

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