I
Por Pan te lo juro, algún fuego queda,
por Dionisos, oculto bajo las cenizas.
No me atrevo, ni quiero enredarme. A veces,
un río tranquilo y olvidado roe un muro.
Por eso temo ahora, Menéxeno, que éste se me
insinúe, calladamente, para enamorarme.
II
A ese Teócrito de hermosa piel oscura, si me odia,
ódiale tú cuatro veces, pero también ámale, si me ama.
Sí, por Ganímedes de hermosa cabellera, sí, dios del cielo.
Tú también has amado. No digo más nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario