11.9.09

DOS POEMAS DE SANDRO PENNA



V
Ya declina el verano y el plenilunio
trae vigor nuevo. Y yo estoy solo.

Desde la casa de Baldo, campesino
amigo, llega un sonido de organito.
Después se alzan dos voces compitiendo.

Una es viril y la otra, más hermosa,
es tal vez de Baldo, mi muchachito amigo.

VI
Es muy dulce el encontrarse
en lugar desconocido
con un chico que, de jogging,
pasa ahora junto a ti.

Y tú piensas en su vida
- esa mesa que le espera.
Su cansada bicicleta
que se apoya junto a él.

Tú te quedas en la calle
ignorada e infinita.
No le pides a la vida
más que estarse como es.

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