I
Aunque un bozo rizado tus mejillas cubra,
y bucle dorados te sombreen las sienes,
no te dejaré, querido mío; que tu belleza es mía
a pesar de la barba naciente y de los pelos.
II
El pelo largo y los rizos demasiado compuestos no me gustan
porque son el resultado del arte y no de la natura.
Me gusta el muchacho que sale de la palestra cubierto de sudor
y polvo, o el color que da el aceite a sus miembros esbeltos.
me arrebata el deseo cuando no hay ornato.
la artificiosa belleza es asunto de Afrodita.
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