Fragmento extraído de
El aprendizaje de la soledad
de David Vilaseca
Fin de semana disoluto que quedará en la memoria por el hecho de ser aquel en el que me metí por primera vez en un cuarto oscuro. Ha sido a Rendez- Vouz, la discoteca gay de arriba d paseo de gracia, esta madrugada. He tenido una de las sesiones de sexo más alucinantes de toda mi vida. El sexo en comunidad, que desconocía (el anonimato, la oscuridad, los cuerpos y las manos que no sabes a quién pertenecen…) es una actividad frenética y absorbente a la cual pienso que me costará renunciar, de ahora en adelante. Degusta sentirme centro de atención. He sido el único del grupo que se ha acabado quitándose la ropa del todo y he de reconocer que el placer que he obtenido sintiéndome “utilizado” tocado y succionado por un número indeterminado de hombres claramente más grandes que yo y no particularmente atractivos, ha sido muy considerable.
El aprendizaje de la soledad
de David Vilaseca
Fin de semana disoluto que quedará en la memoria por el hecho de ser aquel en el que me metí por primera vez en un cuarto oscuro. Ha sido a Rendez- Vouz, la discoteca gay de arriba d paseo de gracia, esta madrugada. He tenido una de las sesiones de sexo más alucinantes de toda mi vida. El sexo en comunidad, que desconocía (el anonimato, la oscuridad, los cuerpos y las manos que no sabes a quién pertenecen…) es una actividad frenética y absorbente a la cual pienso que me costará renunciar, de ahora en adelante. Degusta sentirme centro de atención. He sido el único del grupo que se ha acabado quitándose la ropa del todo y he de reconocer que el placer que he obtenido sintiéndome “utilizado” tocado y succionado por un número indeterminado de hombres claramente más grandes que yo y no particularmente atractivos, ha sido muy considerable.
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