Un poema de Juan Cobos
Imagínate
difícil recorrer un ángel con los dedos
sin sentir una velocidad de duda, de parálisis.
El humus y la nieve-
Su cuerpo cubierto de cenizas.
Y dentro de él el mío brillante,
cúpula cubierta de azulejos dorados , brillante
esfera de metal recién limpio.
Imagino difícil
recorrer un ángel sin sentir en la yema
de los dedos el vértigo, el abismo la locura.
(En mi casa los nardos han decidido
viviremos sin tiempo)
Hágase igual tu abrazo. Sea ésta mi ternura.
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