11.6.12

PENULTIMA CARTA



Fragmento extraído y traducido del catalán
de la novela Estimat Enric, Estimat Alfons
de Monserrat Cornet


La otra noche, envueltos de un aire pesado y de un bochorno pegajoso, a pesar de  estar a primeros de abril, no podía dormir. Salí de la tienda, a fuera, al lado de una pared un moro, ya mayor, bebía una extraña bebida. Mientras bebía, no me quitaba los ojos de encima. La noche avanzaba lentas, pesada. Estaba tan bebido que no me daba cuenta de nada. De repente, aquel macho me penetró. Al sentirlo adentro de mi, me contraje, mientras él dejaba escapar un gemido que igual podía ser de dolor como de placer. No recuerdo más. Perdóname, pero necesitaba decírtelo. Por la mañana, los compañeros, me encontraron, dormido, en tierra, medio desnudo. La cabeza me pesaba y no sabía dónde estaba. ¡Qué pesadilla!¡Qué absurdo!. Hay momentos en que desfallezco. Estoy harto de todo. Huyendo del mundo civilizado he llegado a esta especie de infierno donde intentamos sobrevivir un montón de gente extraña- Quisiera huir bien lejos, a una isla desierta donde pudiera vivir en paz, donde tú y yo pudiéramos amarnos, y que tan solo la naturaleza fuera testigo. Si eso de soñar en una isla es una utopía, al menos puedo cerrar los ojos y recordar nuestras playas en Palamós, nuestros escondrijos entre los pinos y las rocas… aquellas colinas cerca de San Feliu, nuestras doradas noches de julio y de agosto…Enric, tú y yo somos dos seres que nos atrevemos a vivir en el mundo y en contra del mundo. A veces, hemos comentado, que en toda la vida, en toda persona, le es necesario una música determinada. La nuestra es al mismo tiempo, intimista y trágica, los nocturnos de Chopin o las overturas de Wagner. Sin música sin ti, pero, se rehace de día. Te quier, Alfons.

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