Un poema de Leopoldo AlasY dejo abierto por si viene.
No habrá estremecimiento
si al llegar y deslizarse junto a mí
ya estoy dormido.
Nunca será dolorosa su ausencia.
es un regalo haberlo conocido.
Dejo una luz encendida
que el sol apagará si me despierto solo.
Si amanezco a su lado,
le dejaré dormir
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