Un poema de Pedro Serrano
Lo que tengo es la pluma.
como una raya vil encajonada entre dos paralelas.
El extremo sensible con que la realidad se hace pedazos,
surge, se encamina.
La difamada lanceta ronda la oscuridad,
anda en el desconcierto, afina el punto.
La palabra no choca con su propio sentido.
Es una rabia que respira y que agita,
marea árboles , encontronazos,
una y otra vez en las enredaderas del cuerpo,
en la miseria de las piernas,
en la angustia intransigente del sexo.
Doblo mi cuerpo en esta pluma atenta,
busco una línea que seguir un gesto,
un balbuceante atropello que organice.
Voy por las palabras como si tallara los músculos en las esquinas.
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