
Un poema de Javier Gato
De tu mano
de la paloma envidia
la palma se posa en mi hombro.
La ceja arqueada,
Hondos de águila
como la muerte tus ojos
Prenden mi carne y la sublevan,
La inflan de púas,
La excitan.
Me sonríes, me acercas a la mejilla
Tu mejilla serena, delicada,
Aristocrática.
Me quedo sin aire, como cuando una cumbre
se escala altísima.
Tus labios,
Contraídos son en altiva,
sonrisa tu blasón,
Tu escudo de armas,
Ante el que me arrodillo para besar
Tu imagen venerada
Cada noche en esta discoteca
Donde eres Duque del Deseo
Y Príncipe de la Elegancia.
De tu mano
de la paloma envidia
la palma se posa en mi hombro.
La ceja arqueada,
Hondos de águila
como la muerte tus ojos
Prenden mi carne y la sublevan,
La inflan de púas,
La excitan.
Me sonríes, me acercas a la mejilla
Tu mejilla serena, delicada,
Aristocrática.
Me quedo sin aire, como cuando una cumbre
se escala altísima.
Tus labios,
Contraídos son en altiva,
sonrisa tu blasón,
Tu escudo de armas,
Ante el que me arrodillo para besar
Tu imagen venerada
Cada noche en esta discoteca
Donde eres Duque del Deseo
Y Príncipe de la Elegancia.
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