TRES EPIGRAMAS DE ESTRATON DE SARDES

I
Un muchacho de doce años, mucho me encanta;
aunque mucho más deseable es el que tiene trece.
el que tiene dos veces siete es la más dulce flor de los amores.
pero el que acaba de cumplir tres veces cinco es mejor todavía.
Los dieciséis es la edad de lo dioses. Los diecisiete,
tocarlos no me corresponde a mí, sino a Zeus.

II
La muchacha no tiene esfínter, ni sabe besar
llanamente; no tiene buen olor natural en la piel,
ni expresiones dulces al mis o tiempo obscenas;
no tiene mirada ingenua, y si va de lista aún es peor.
Por detrás todas son frías. Pero es lo principal, en fin,
que no hay dónde poner la mano vagabunda.


III
El amor de las mujeres no está en mi corazón,
pero las masculinas llamas las nutre un brasero.
Es más fuerte este calor. Y a medida que lo masculino
vence a lo femenino, mi deseo crece más todavía.