5.5.09

PLACERES EXQUISITOS


Fragmento extraído de la novela
Cacheo de Dennis Cooper


Tus axilas son espectaculares, ya sabes, y están tremendamente infravaloradas. Boca arriba en la cama con los dedos entrelazados detrás de la cabeza, Pierre espera pacientemente mientras Terrence le huele primero un sobaco, luego el otro. El gilipollas está a cuatro patas; tiene tantas marcas de viruela en la espalda que parece la concha de una tortuga. Jadea, y su voz se convierte en una especie de graznido, Se pone a lamerle un sobaco con la lengua, los dientes, los labios… Todo a la vez. La visión de lo que le hace Terrence le recuerda a Pierre diversas cosas. A veces los pelos del sobaco se unen formando un delgado tallo castaño, del que los labios de Terrence son la flor. Luego los pelos llegan a un punto que se retuercen levemente por las puntas como si fueran helado de chocolate o humo. Se separan, y parecen un gran diente de león sucio. El tallo se deshace, y son como cereal humeando en un cuenco blanco. Cuando Terrence se cambia al otro sobaco, su papada impide la visión. De modo que Pierre se fija en los últimos pelos que quedan tiesos en el sobaco abandonado y luego se inclinan formando un montón húmedo.

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