EL JOVEN MOTORISTA

Fragmento extraído de la novela
Amor de hombre de Yolanda García Serrano

Alguien entra ahora y pasa por delante de nosotros. Se dirige a la máquina de tabaco y se detiene frente a ella. Cuando se quita el casco de la moto, aparece un hombre joven de larga melena, ojos azules, sonrisa de anuncio de dentífrico. Ramón también se ha dado cuenta, cómo no. Y parece que el chico ha reparado en mi amigo porque le sonríe desde su posición. Yo me pregunto cómo les resulta tan fácil llegar y besar el santo cuando una tiene que estar días trabajándose al interesado. Miro a Ramón, al chico, de nuevo a Ramón. Mi amigo sonríe con cara de “tú te lo has buscado” y se encamina hacia los aseos. Creo que lo hace para torturarme. Efectivamente, siento una punzada cuando veo al motorista seguirle sin pudor. Son las ocho de la mañana y ya hay gente con ganas de echar un polvo, increíble. (…) Poco después veo a ramón salir del aseo, seguido del tipo con casco. Visto de cerca ya no me parece tan guapo, ni tan siquiera interesante. Es más bien, tiene un ojo más grande que el otro y el pantalón le sienta fatal. No sé qué ha visto mi ex amigo en él, la verdad. Pasan por detrás de mí. Ramón deja sobre el mostrador el dinero de mi café porque él no ha tomado nada y sale del bar, con el perrito faldero tras él. Me echa una última mirada desde la puerta y me ha parecido ver una sonrisa malévola en su cara, como si eso me demostrara que él es mejor que yo.