Fragmento extraído y traducido del catalan
de la novela Sin cobertura de Dolors García
El curso pasado, un compañero de clase, en una sesión de tutoría, se levantó de la silla y allá mismo en medio de todo el mundo dijo: Yo soy homosexual, y no pasa nada. Hablábamos de las diferencias. De las diferencias a raíz de un pequeño incidente que había ocurrido en una mezquita del barrio. De las diferencias religiosas, habíamos pasado a hablar de los roles del hombre y de la mujer, de las culturas orientales y occidentales, de las diferencias de colores de la piel, del mundo urbano y del mundo rural, de las políticas de izquierda y de derecha, de los carnívoros y de los vegetarianos. Y finalmente, de los homosexuales y de los heterosexuales. Aquel compañero declaró que era homosexual y que no pasaba nada. Y en realidad no pasó absolutamente nada. Al día siguiente, cuando llegó al instituto fue como un día cualquiera. Tuve la sensación que yo era el único que, aunque disimulaba todo lo que podía, lo miraba diferente. Lo admiré y envidié terriblemente, porque pensé que yo no sería capaz de hacer nunca una declaración así de contundente. Nunca en mi vida. Aquella noche sentía unas ganas terribles de hablar con alguien que me entendiera. No podía aguantarme tantos secreto. me hacía demasiado daño. Me hubiera gustado sabérmelo tomar de otra manera. Pensar, que como mi compañero de clase, que yo era como era y sentía lo que sentía y que no pasaba nada, de la misma manera que uno que calza un cuarenta y dos y otro un cuarenta y tres.
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