27.4.09

OTROS DOS SONETOS DE GIL ALBERT



Convulsión en tu pecho desviado,
desatada tormenta en tus raíces,
joven árbol poblado de perdices
sacudido un palor te hizo mi amado.
Ciervo adusto con arte apaciguado,
revelación sumida está en tamices,l
as sombras de tus ojos más felices
van cayendo en los cuévanos del hado.
La turbación sellaste pura cosa
con el contacto núbil que adolece
de mutilar un lirio perpetrado,
mas invasora esencia, ¡cómo crece!
trasciende de los lindes de lo dado
porque en manos de gloria es vaporosa.


Que unos su ser ahoguen indefenso
por cubrir de las normas las entrañas,
y arrastren doloridos las patrañas
a multitud rogándoles consenso;
que aun otros de Platón su mito intenso
hablen panal de miel voces extrañas,
repercutido un eco de otras cañas
ya que el respeto veda un nombre denso;
unos y otros se honren mutuamente
reverencias tan falsas como fofas
cuadro fiel a su mundo componiendo,
mi camino me doy gozosamente
es mi vida, no puedo hacerla mofas
limpia así está la mano que tiendo.

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