APOLOGIA DEL AMOR POR LOS MUCHACHOS

Fragmento extraído del libro
El collar de la paloma de Ibn Hazam

Prueba de la superioridad de los chicos sobre las mujeres es que el joven excede en esbeltez, en lo rojo de sus mejillas, en la atractiva y esplendorosa sonrisa y su manera dulce de hablar. Tenéis que saber que el chico es amoroso, dúctil, condescendiente, fácil de manejar; la convivencia con él resulta agradable, tiene buen carácter; es propenso a mostrarse de acuerdo y es contrario a las controversias, especialmente cuando le crece el pelo de la barba, se le oscurece el bigote o se le enrojecen las mejillas, cosa que le hace tan bello como la luna llena. Las caderas del chico son doblegadas por el deseo igual que la rama se agita bajo el viento del norte. Escuchad lo que dice Abu Numas: Comunidad de creyentes que queréis encontrar en los chicos mejillas de sombreada piel: gozad ahora de estas delicias porque en el paraíso no las habrá.

Los calumniadores que me insultaron por amarlo decían: ¿Que no ves que le salen pelos en la mejilla? Creo que no tienen razón. Tenían que fijarse en su mirada. Le dije en silencio con las pestañas y su respuesta fue que me dijo con sus cejas. Cuando se levanta orgulloso con sus atractivas caderas y cuando la sombra del bigote resalta las perlas de sus dientes, la rosa jura permanecer en sus mejillas. Sus cualidades mejoran y se hacen más dulces cuando le brilla el bozo y se le oscurece el bigote. ¿Quién vive en una tierra sin vegetación? ¿Cómo abandonarlo al llegar la primavera? Si no lo olvidé cuando sólo había una rosa en sus mejillas ¿cómo lo haría ahora que a su alrededor le ha crecido la murta?

Es un joven esbelto que podría malherir a la gente con el latido de sus miradas y su bozo.Todos sus encantos se tienen envidia, pero todos sin excepción quisieran convertirse en el bozo que embriaga y que hace que la gente pierda el sentido. El profeta dijo: No os fijéis en los muchachos porque en sus miradas hay más tentación que en la de las huríes. Dios, al asignar pajes al servicio de los profetas y los sanos en el paraíso lo hizo porque aquella es la casa de los placeres y la felicidad, y sin el servicio de estos muchachos estos no serían perfectos.