Fragmento extraído de la novela
Pao-Pao de Vittorio Tondelli
Nadie me besará como el gran dios
Eric, ni Lele, ni el Sonrisas, no los otros, nadie lo hará de esa manera tan
cálida y mojada y empapada y perfumada, nadie me chupará en las orejas como
Eric, el más guapo, el mejor. Y nadie me hará sufrir tanto cuando nos dejemos y
todavía yo me preguntaré a mí mismo si de verdad amaba a mi Eric, si era todo
para él como decía o sien cambio no ha sido nada más que una historia
improvisada y nada programada, una de tantas historias que siempre, cada día
nos prometemos que nos tienen que pasar otra vez más y donde sólo el
pensamiento ya basta para aquella noche, cada noche, a la búsqueda de unos
brazos, mintiéndonos a nosotros mismos, porque el amor es un don de los dioses
no se mueve con las alas de viento, siempre fugitivo y siempre perseguido; el
amor no está nunca allí donde lo buscamos y huye del lugar donde nosotros
creemos que está. Y hete aquí porque del amor y de los dioses tenemos que
aprender a pasar sin ellos.
Mientras estoy completamente
arrebatado por las horas pasadas al lado de mi Eric; no he dormido en toda la
noche, estoy demasiado conmovido aunque he hecho el amor de una manera chula y
relajante; no quiero dejar los dedos de Eric, a los cuales me siento
entrelazado, noto que me deshace en el sueño, que mi presa se relaja y tengo
miedo, así pues me quedo despierto, no quiero precipitarme en mí, quiero estar
aquí, entre las piernas de mi Eric, espiarlo en el sueño, atarme a su piel y a
su cuerpo que deseo y que finalmente he descubierto, los brazos de Eric, las
piernas de Eric, su nuca, los dientes, la lengua, los dedos grandes del pie, el
culo de Eric, la polla de Eric… y cuando ahora ya es de día basta el más mínimo
desplazamiento de su cuerpo hacia el mío para sentir nuevamente el deseo y el ansia de recorrer y cabalgar, desde los
ojos a las mano, al sexo, y hacer el amor adormecido y semiconsciente, nos
revolcamos en la cama, nos abrazamos y él me dice te quiero a mi boca y le digo
que yo también lo deseo
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