30.9.13

LLEGAS ESCURRIDIZO


 


Un poema de Agustín Calvo


Llegas, escurridizo como un glande untado, mientras me adiestro en el mecenazgo de airear las sábanas en el balcón. Al instante siento tu mano en mi pescuezo y me dejo deshacer sin haber podido limpiar bajo la cama, sin haber podido inflar las almohadas, sin haber podido colocar una colcha a contratiempo. No dejo que me muerdas, apenas me empujas y caigo de frente, me aplasto sobre el colchón desnudo. Tu mano aún tarda entre mis piernas abiertas. Deseo que nunca más te afeites.

No hay comentarios: