24.1.13

CON EL CHÁNDAL PUESTO

Fragmento extraído de la novela
La estrella de la guarda de Alan Hollinghurst

Parecía que entre nosotros se hubiera establecido cierta intimidad: el brazo de Ralph quedó inmóvil en aquella posición, mientras dos dedos trazaban distraídos dibujos sobre mi clavícula. Contemplamos juntos la reluciente cordillera denudes, entre le rosado y el malva, que se erguía petrificada al oeste. él estaba acalorado después del ejercicio, un poco sudado en su chándal; no un cutre chándal moderno de colorines, sino la versión antigua, de un suave tejido azul marino, que recordaba una gruesa penda de andar por casa, como si llevara un pijama de invierno. Yo, que en traje de deporte me he sentido siempre incómodo, un guante. Sopesé la ligera tirantez que había entre nosotros, el vacío que sentía en el estómago, el tembleque en las rodillas, levanté mi brazo y lo posé sobre su espalda. Se volvió hacia mí y sacó pecho, tomando aire como un culturista, al tiempo que flexionaba un brazo para mostrarme su bíceps. Toca me dijo, indicándome su tenso brazo con un gesto de la cabeza. la luz se desvanecía, y tuve un instante de incertidumbre. Venga. Recorrí aquel bíceps con mi mano, y expresé una aprobación no demasiado entusiasta. En realidad, no me atraían sus músculos en sí, sino como un elemento más de su virilidad., que me subyugaba. Entrechocó su pecho contra el mío, como si estuviese unas tenazas de chica. Sentí sus duros pezones a través del algodón de nuestros chándales. Le deseaba tanto. Acto seguido me agarró la polla, que se me había puesto dura. ¿Qué es lo que tenemos aquí? me preguntó, como  en broma, mientras yo me echaba para atrás sofocando una risita de protesta. Venga ya, dijo, con acento americano, y lentamente me extrajo  hacia sí. Te vi cuando te empalmaste aquella vez en el tren. ¿Cuándo? pregunté. Yo también me empalmé. ¿Qué más podía decir? Me cogió delicadamente una mano y se la restregó contra el pantalón del chándal, allí donde su polla era un pétreo y sesgado promontorio en sus ajustados calzoncillos.

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