UN BUEN SUSTITUTO

Fragmento extraído de la novela Roy
de Roger Peryrefitte

Durante todo el viaje en coche he estado empalmado por culpa de Pamela, y aún lo estoy, quizá por la hierba. Se acarició la bragueta y riendo se bajó los pantalones hasta el muslo, para demostrar que no estaba alardeando. El hecho de que repitiera el gesto del otro día indicaba que después vendría todo lo demás. A mí también se me empalma cuando pienso en Doris, dijo Jim que exhibió la misma protuberancia, ya advertida por Roy durante el viaje. / ¡Qué pena que no haya ninguna chica! dijo Bob le daría lo que le corresponde, por delante o por detrás. / Estoy yo, declaró fríamente Roy. Se levantó y se desabrochó el pantalón. / ¡Qué precoz! dijo Bob ¿Ya te han follado? / Me follo yo mismo con un dedo, dijo Roy, pero me gustaría saber qué se siente en realidad. / Tendrías que usar un vibrador, dijo Jim. Roy preguntó qué era eso. Un cilindro, más o menos grueso, de goma o de plástico, provisto de una pila y que produce una vibración en el lugar donde lo introduces, explicó Bob. He visto uno en un cajón del cuarto de baño de mi madre. Probablemente mi padre se ha cansado de hacer el amor con ella.

Quitémonos los pantalones, dijo Roy dando ejemplo. Fue a buscar un bote de crema bronceadora y unas toallas, se lió la camisa a la cintura, apoyó el vientre contra la cama y se embadurnó el orificio con la crema, como había dicho Jack con el lubricante. ¡Crema bronceadora para el agujero de bronce! dijo Bob /¡Eres un refinado! / Comenzad, dijo Roy. Ah las chicas, suspiró Bob adelantándose y entrando en el mullido trasero sin la menor dificultad. ¡Caray ¡exclamó. ¡Qué abierto estás!

De pronto Jimse cansó de esperar el turno y embadurnó de crema el ano de Bob, que fingió debatirse. Para sustituir el cigarrillo, que habían apagado, le dejó aspirar poppers. Roy, que se estaba masturbando, comprobó complacido que Bob deslizaba una mano delante para sustituir la suya. Lo único que cayó sobre la alfombra fue el semen del niño de la casa.