31.1.11

REMORDIMIENTOS




Fragmento extraído de la novela
Más allá del límite de Mike Seabrook


¿Qué no puedes evitar sentir? preguntó Stepehn. Iba a decir que no puedo evitar que todo esto está mal dijo. Soy un profesor, estoy en una posición de confianza respecto a ti, in loco parentis… Como le dije a mi madre esta tarde, ya soy mayorcito, le interrumpió Stephen. Soy lo bastante mayor para saber lo que quiero ¿No? / eres lo bastante mayor físicamente. Tal vez… probablemente eres lo bastante mayor emocionalmente, le concedió Graham, pero desde luego lo que no eres es lo bastante mayor según la ley y todavía menos según l amoral convencional de este país / a la mierda la moralidad, dijo Stephen alegremente, Y este país también. ¿Hay otros países más permisivos en este tipo de cosas? / La verdad es que no lo sé dijo Graham. Sé que en la mayoría de los países la edad de consentimiento sexual es más baja. ¿Estarían, mucho más dispuestos a consentir una relación entre un profesor y uno de sus alumnos? No tengo la menos idea, pero lo dudo.

Así pues, durante el resto de las vacaciones escolares de verano y las primeras dos semanas del semestre de otoño, fueron capaces de pasar suficiente tiempo juntos como para mantener razonablemente satisfecha el hambre que sentían el uno del otro. Y se tomaron tantas y tan minuciosas molestias para mantener el secreto, prestando infinita atención a los más pequeños detalles de sus coartadas, reconociendo el terreno obsesivamente antes de encontrarse, y manteniendo siempre alerta en clase para comportarse con la debida formalidad entre profesor y alumno, que comenzaron a sentirse muy seguros el uno con el otro. Su relación poco a poco fue tomando forma, haciéndose más sutil y redonda a medida que la mera atracción física empezaba a expandirse en otras direcciones. Aprendieron el uno del otro y de ese modo profundizaron en su afecto y consideración mutuos. El lío sexual se convirtió gradualmente en un lío sentimental. Graham hizo una copia de la llave de entrada y se la dio a Stephen, el cual, comenzó a pasar más y más veladas en el apartamento, y de vez en cuando la noche entera.

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