Fragmento extraído del Diario 1966
de Joe Orton
Cuando dejé a Leonie, me ligué a un irlandés. Muy bien equipado. A mí me daba igual, pero no tenía dónde ir, así que acepté. Era una casa vacía. No abandonada. Sólo desocupada. Tenía una habitación en la planta baja de una casa inmensa. El lugar era húmedo y estaba deshabitado. Olía a polvo. No vivía allí. Había una cama doble con sábanas grisáceas. Un edredón roto. Echó las cortinas, lo cual me pareció innecesario, dado lo sucio que estaban las ventanas. Tenía el cuerpo blanco. No en muy buena forma. Propenso a la gordura. Pero soprendentemente estuvo muy bien. Los muelles de la cama chirriaban,. la primera vez que lo había experimentado. Me la chupó. Después, yo le follé. Fue complicado entrar. Tenía el culo muy prieto. La educación católica, supongo. Cuando ya habíamos acabado quiso follarme él. No me pareció bien negarme después de habérselo hecho yo. Así que le dejé. Nos quedamos echados charlando un tato. Me enseñó la foto de su novia…
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