Un poema de Raúl Gómez Jattin
Ah desdichados padres.
cuánto desengaño trajo a su noble vejez
el hijo menor, el más inteligente.
En vez de abogado respetable,
marihuana conocido.
En vez del esposo amante,
un solterón precavido.
En vez de hijos,
unos menesterosos poemas.
¿Qué pecado tremendo está purgando
ese honrado par de viejos? ¿Innombrable?
Lo cierto es que el padre le habló en su niñez de libertad.
De que Honres de Balzac era un hombre notable.
De la canción de la vida profunda.
Sin darse cuenta de los que estaba cometiendo.
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