26.4.11

FANTASIAS CULINARIAS





Fragmento extraído de la novela
Confesiones de una máscara
de Yukio Mishima

La cabeza del muchacho se inclinaba lacia y desmadejada, sobre el cayado del recio brazo del cocinero. Entonces el cocinero llevaba en brazos sin el menor remilgo al muchacho hasta la mesa de la cocina y lo arrojaba en ella. Esotro cocinero se acercaba a la mesa y comenzaba a trabajar en el chico con manos diligentes. Le quitaba la camiseta, le quitaba el reloj, le quitaba los pantalones, y en un instante, lo dejaba desnudo. El joven desnudo yacía allí, donde lo habían arrojado, boca arriba sobre la mesa, con los labios entreabiertos, y yo daba a aquellos labios un largo beso. El otro cocinero cogía una gran fuente que, por su forma, parecía de origen extranjero, descolgándola de una repisa, y la llevaba ala mesa. Esa fuente tenía el tamaño preciso para contener un cuerpo humano, con la curiosa característica de presentar cinco orificios en el borde, a uno y otro lado. Y así levantaron al muchacho inconsciente y lo dejaban boca arriba en la fuente. Luego, silbando alegremente, pasaban una cuerda por los orificios de los lados de la fuente, dejando el cuerpo firmemente atado. sus ágiles manos trabajaban con movimientos expertos. Colocaban artísticamente alrededor del cuerpo desnudo unas grandes hojas de lechuga, y un cuchillo y un tenedor insólitamente grandes. Se cargaron la fuente al hombro. Yo abrí la puerta del comedor para que pasaran. Los comensales nos daban la bienvenida en silencio. Los cocineros dejaban la fuente en el espacio vacío, en el centro de la mesa, que resplandecía bajo la intensa luz. Regresaba a mi sitio, levantaba el gran tenedor y el gran cuchillo y decía: ¿Por dónde empezamos? Nadie contestaba. Me daba cuenta, sin verlo, de que muchas caras se cernían sobre la fuente. Yo decía: Esta es quizás una buena parte por la que comenzar. Y hundía el cuchillo y le tenedor en el corazón. Saltaba un chorro de sangre que iba a darme en la cara. Con el cuchillo en la manos derecha, comenzaba con suavidad a cortar la carne del pecho, al principio en pociones delgadas….

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